jueves, 6 de noviembre de 2008

Practicar una Religión Mejora la Situación Económica - Estudio

A 100 años de la publicación de La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo

Por Marta Trillini

La cultura es sólo uno de los numerosos factores que determinan el éxito de una sociedad
Pero, existen motivos para mostrarse prudente al momento de recurrir a la cultura para explicar resultados económicos y políticos.
Al oír afirmaciones de que la religión islámica explica el terrorismo, la falta de democracia u otros fenómenos en el Medio Oriente. Al mismo tiempo, la importancia de la religión y de la cultura al momento de determinar por qué las instituciones funcionan mejor en algunos países que en otros.
Las regiones católicas de Europa fueron más lentas en modernizarse económicamente que las protestantes y se tardaron más en inscribirse a la democracia.
Para Weber, los valores no surgen racionalmente, sino emergen del tipo de creatividad humana que inspiró originalmente a las grandes religiones del mundo. Sostuvo que el mundo moderno ha visto este tipo de autoridad ceder el paso a una forma burocrático- racional que adormece el espíritu humano (y produce lo que calificó de “jaula de hierro”) aún al tiempo que ha traído paz y prosperidad al mundo. (La visión del mundo moderno de Weber se ha plasmado en el siglo que ha pasado desde la publicación de “La Ética Protestante”).
Ha demostrado ser fatalmente acertada en numerosos aspectos: el capitalismo de raíces científicas se ha propagado, ha traído consigo el progreso material a amplias regiones del mundo y lo ha soldado todo en la jaula de hierro que hoy llamamos globalización.
Pero sobra decir que la religión y la pasión religiosa no han muerto y no sólo debido al activismo islámico, sino también a causa del resurgimiento protestante y evangélico global que, en términos meramente numéricos, rivaliza con el islam fundamentalista en materia de religiosidad auténtica.
El resurgimiento del hinduismo entre los indios de clase media, la emergencia del movimiento Falun Gong en China, la reactivación de la ortodoxia oriental en Rusia y otros ex territorios comunistas, o la perdurable vitalidad de la religión en Estados Unidos sugieren que la laicización y el racionalismo no son los inevitables corolarios de la modernización.
La visión weberiana de modernidad, caracterizada por “especialistas sin espíritu, sensualistas sin corazón” se aplica mucho más a la Europa moderna que al Estados Unidos de hoy en día. Europa hoy es un continente apacible, próspero, racionalmente administrado por la Unión Europea y profundamente laico.
Los europeos aún pueden emplear términos como “derechos humanos” y “dignidad humana”, arraigados en los valores cristianos de su civilización, pero pocos entre ellos podrían explicar de manera coherente por qué aún creen en estas cosas.
La “Ética Protestante” de Weber constituyó un estímulo tremendamente exitoso para entablar una reflexión seria acerca de la relación existente entre valores culturales y modernidad. Pero ha resultado menos pertinente como recuento histórico del advenimiento del capitalismo moderno o como ejercicio de predicción social.
El violento siglo que siguió a la publicación de su libro no careció de autoridad carismática y el siglo venidero amenaza con traer consigo más de lo mismo. Conviene preguntarse si el error no procedió de la nostalgia de autenticidad espiritual de Weber y si vivir en la jaula de hierro del racionalismo moderno es, a final de cuentas, una cosa tan terrible.

Desarrollo: (1)
A 100 años de la publicación de La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo, Francis Fukuyama elaboró, para The New York Times, un ensayo donde se pregunta por la vigencia de una de las obras cumbres del célebre sociólogo alemán. A su juicio, la importancia de los factores religiosos en el desarrollo económico -y en el acontecer político- hacen necesaria una nueva mirada a Weber.
“La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo”, de Max Weber, fue un libro que, de cierta forma, era una antítesis de Kart Marx.
La religión, de acuerdo con Weber, no era una ideología originada por intereses económicos (“el opio de las masas”, como lo había afirmado Marx); más bien era lo que había hecho posible al mundo capitalista moderno.
En la década actual, en la que las culturas parecen estár en choque y la religión es frecuentemente culpada de las deficiencias de la modernización y de la democracia en el mundo musulmán, el libro y las ideas de Weber ameritan un nuevo vistazo.
El protestantismo generó una ética de trabajo —es decir, la valoración del trabajo por sí mismo en lugar de por los resultados que produce— y desbancó la anterior doctrina aristotélica y católica romana de acuerdo con la que sólo se debería adquirir la riqueza necesaria para vivir bien. Además, el protestantismo exhortaba a sus adeptos a actuar de forma moral fuera de los límites de la familia, un factor que resultó crucial para la creación de la confianza social.
La mayoría de los economistas contemporáneos no toma en serio la hipótesis de Weber ni ninguna otra teoría cultural del crecimiento económico. Muchos sostienen que la cultura es una categoría residual en la que se refugian perezosos científicos sociales cuando no pueden desarrollar una teoría más rigurosa.

Desarrollo: (2)
Alain Payrefitte en La Sociedad de la Confianza, escribe, “durante mucho tiempo la única alternativa a la sociología marxista de la economía fue la de Max Weber", interesándose por el derecho, la historia y la economía.
Advirtiendo que la sociología no podía imitar al pie de la letra a las ciencias "duras", propuso el establecimiento de tipos sociales ideales, base de la construcción de modelos teóricos más rigurosos.
El método se aplicó en La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo (1905), donde estudió la moral que proponían algunos grupos calvinistas de los siglos XVI y XVII para mostrar lo que él veía como una evidencia: que las sociedades protestantes estaban mejor dotadas que las católicas para el progreso económico.
El punto radica en establecer el porqué y el cómo de lo que constituye "la potencia más decisiva de nuestra vida moderna: el capitalismo".
Entre varios otros puntos del libro, Weber designa al ascestismo propio del puritanismo de raíz calvinista (según el cual "cada hora perdida es sustraída al trabajo que contribuye a la gloria divina") como condición de la racionalidad económica.
El "Marx de los burgueses" se resistía a aceptar el determinismo económico planteado por el ideólogo del comunismo, reivindicando la importancia de los factores culturales, así como de la progresiva racionalidad que incluso ciertas religiones eran capaces de proveer.
Los cinco puntos del calvinismo que se presentan a continuación a modo de ilustración, no son una suma completa de los escritos de Calvino o de la teología de las iglesias reformadas en general.
La aserción central de estos cánones es que Dios es capaz de salvar a cada persona por quien Él tenga misericordia y que sus esfuerzos no son frustrados por la injusticia o la inhabilidad del hombre.
1. La Depravación total (o inhabilidad total) del hombre: Como consecuencia de la Caída del hombre, cada persona que nace en este mundo está esclavizada al servicio del pecado. Según este punto, las personas, por naturaleza, no están inclinadas a amar a Dios con todo su corazón, mente o fuerza, sino que están inclinadas a servir sus propios intereses sobre aquellos de su prójimo, y rechazan el señorío de Dios. Por esto, todas las personas, por sus propias facultades, son incapaces de escoger el seguir a Dios y ser salvos.
2. Elección Incondicional: La elección de Dios desde la eternidad de aquellos a quienes Él traerá a Sí mismo no es basada en virtud prevista, mérito, o fé en dichas personas. Sino que está incondicionalmente fundada en la misericordia de Dios.
3. Expiación Limitada (o redención particular o expiación definida): La muerte de Cristo tuvo como propósito quitar la culpa de los pecados solamente de aquellos a quienes Dios escogió en su misericordia antes de la fundación del mundo y que posteriormente atraería a sí mismo. Se "limita" en quitar los pecados de los elegidos, mas no de los de la humanidad, y es "definida" y "particular" porque la expiación es segura para estas personas particulares.
4. Gracia Irresistible: La salvación de un ser humano se realiza en las tres personas de la Trinidad, el Padre Eligió a los que habrían de ser salvos, El Hijo llevó a cabo la redención y propiciación, el Espíritu Santo, llama y persevera a los santos. Esta llamada, cuando es efectuado por el Espíritu Santo, es eficaz, no puede ser resistido por la persona, que necesariamente llegará a la Fe en la obra Salvadora de Jesús.
5. Perseveración de los Santos: (Entiéndase Santos como aquellas personas que han adoptado la Fe en Jesucristo y por tanto son salvos) Aquella persona que ha sido llamada por el Espíritu Santo y que por ello es un verdadero creyente, nunca podrá abandonar la Fe. Esta doctrina es un resultado de la inmutabilidad del carácter de Dios y de su Omnipotencia, que al proponerse desde antes de la fundación del mundo tener misericordia para con una persona, El realizará su propósito sin falla. Por lo tanto un verdadero creyente no puede caer de la gracia, no puede perder la salvación.

Desarrollo: (3)
El economista alemán Werner Sombart afirmó haber encontrado el equivalente funcional de la ética protestante en el judaísmo, mientras Robert Bellah la descubrió en el budismo Tokugawa japonés.
Los propios escritos de Weber acerca de las otras grandes religiones mundiales, y su impacto en la modernización, sirven como advertencias. Su libro La Religión de China: Confucianismo y Taoísmo (1916) da una mirada muy sombría a las perspectivas de desarrollo económico en la china confucianista, cuya cultura, se destaca en cierto punto, ofrece sólo un obstáculo ligeramente menor que el de Japón al surgimiento del capitalismo moderno.
Lo que atrasó a la China y al Japón tradicionales, podemos entender ahora, no fue la cultura, sino las instituciones sofocantes, malas políticas y tácticas inadecuadas. Una vez que éstas fueron reparadas, ambas sociedades despegaron. La cultura es sólo uno de los muchos factores que determinan el éxito de una sociedad.
Uno podría examinar con mayor amplitud aquello que constituye la religión y la autoridad carismática. El siglo pasado estuvo marcado por lo que el teórico alemán Carl Schmitt llamó movimientos "político-teológicos", como el nazismo y el marxismo-leninismo, basados en compromisos vehementes con creencias fundamentalmente irracionales. El marxismo sostenía ser científico, pero sus adherentes en el mundo real siguieron a líderes como Lenin, Stalin o Mao con un tipo de adhesión ciega a la autoridad indistinguible de la pasión religiosa (Durante la Revolución Cultural en China la gente debía tener cuidado con lo que hacía con los diarios viejos. Si un diario tenía una foto de Mao y alguien se sentaba en la imagen sagrada o usaba el diario para envolver pescado, corría peligro de que lo que designaran como contrarrevolucionario).

EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO MODERNO según Weber
Viene caracterizado por una singular combinación de la dedicación de la ganancia de dinero por medio de una actividad económica legítima, junto con el prescindir del uso de estos ingresos para gustos personales. Esto empalma con la creencia
WEBER VA A HABLAR DE UN DESENCANTAMIENTO DEL MUNDO
DESAPARECEN LAS EXPLICACIONES TEOLÓGICAS, MÍTICAS DEL ORIGEN DEL MUNDO, ESTAS SON REEMPLAZADAS POR LA CIENCIA,.
LA EXPLICACION DE LAS CIENCIAS EXPLICA TODOS LOS FENÓMENOS POSIBLES
WEBER PLANTEA QUE LAS CIENCIAS SOCIALES SE PREOCUPAN NECESARIAMENTE DE LOS FENÓMENOS ESPIRITUALES O IDEALES QUE SON CARACTERÍSTICAS PROPIAMENTE HUMANAS QUE NO EXISTEN EN EL OBJETO CONSIDERADO POR LAS CIENCIAS NATURALES
PERO ESTA DIFERENCIACION NECESARIA DE “SUJETO” Y “OBJETO” NO REQUIERE NI DEBE IMPLICAR EL SACRIFICIO DE LA “OBJETIVIDAD” EN CIENCIAS SOCIALES. NI ENTRAÑA EL PONER LA INTUICIÓN EN EL LUGAR DEL ANÁLISIS CAUSAL REPETIBLE O VERIFICABLE.
LA SOCIOLOGIA DICE WEBER SE PREOCUPA DE LA FORMULACION DE PRINCIPIOS GENERALES Y DE CONCEPTOS-TIPO GENÉRICOS EN RELACIÓN CON LA ACCIÓN SOCIAL HUMANA.
WEBER DISTINGUE TRES TIPOS DE AUTORIDAD
AUTORIDAD TRADICIONAL SE BASA EN LA CREENCIA DE LA SANTIDAD DE LAS NORMAS Y PODERES DE MANDO HEREDADOS DE TIEMPO INMEMORIAL
EL TIPO PURO DE AUTORIDAD LEGAL-RACIONAL EN DONDE LA AUTORIDAD SE TIENE EN VIRTUD DE NORMAS IMPERSONALES QUE NO SON REMANENTE DE LA TRADICION SINO QUE SE HAN ESTABLECIDO
CON ARREGLO A FINES O DE RACIONALIDAD CON ARREGLO A VALORES LOS QUE ESTAN SUJETOS A LA AUTORIDAD, OBEDECEN A SU SUPERIOR NO POR UNA DEPENDENCIA PERSONAL RESPECTO A ÉL, SINO PORQUE ACEPTAN LAS NORMAS IMPERSONALES QUE DEFINEN AQUELLA AUTORIDAD.
LA ÉTICA PROTESTANTE PRETENDE SÓLAMENTE DESCUBRIR DE QUÉ ESPÍRITU ES HIJA AQUELLA FORMA CONCRETA DE PENSAMIENTO Y VIDA RACIONALES QUE DIO ORIGEN A LA IDEA DE “PROFESION-VOCACIÓN” Y A LA DEDICACION ABNEGADA AL TRABAJO PROFESIONAL
LA IMPORTANCIA DEL CONCEPTO VOCACION/PROFESION Y DEL MODO EN QUE COMO SE EMPLEA EN LAS CREENCIAS PROTESTANTES ESTÁ EN QUE SIRVE PARA COLOCAR LOS ASUNTOS MUNDANOS EN LA VIDA COTIDIANA DENTRO DE UN INFLUJO RELIGIOSO QUE TODO LO ABARCA

Conclusiones:
Ámbito religioso y desarrollo económico en paises latinoamericanos
Siguiendo la línea de pensamiento de Weber, para Seymor Martín Lipset las disparidades entre el desarrollo de América del Norte y sus vecinos del sur se debía fundamentalmente a la diferencia en los sistemas de valores. La falta de una ética emprendedora, que él la atribuía al feudalismo español, era clave para explicar nuestro subdesarrollo. Al igual que Lerner, Lipset consideraba que éste podía ser superado con la implementación de un sistema de educación occidental. (Ignazio De Ferrari)
Los millones de evangélicos que recorren las calles de las ciudades y pueblos del continente americano tiene una serie de valores, principios; están organizados, tienen una estructura propia y una red de ayuda a diferentes niveles. (Mario Escobar)
El aporte principal de los protestantes latinoamericanos puede ser una nueva valoración del trabajo, el esfuerzo y la honradez. Por ello la podemos afirmar que la primera aportación del protestantismo latino sería la dignificación del trabajo.
No podemos negar que las sociedades católicas sean trabajadoras, disciplinadas y luchadoras. Los pueblos latinos, de donde procede buena parte de la cultura latinoamericana, han tenido siempre una actitud estoica del trabajo. La división social medieval de los que oran, los que trabajan y los que luchan, siguió presidiendo la sociedad católica.
La marcada separación de lo material y lo espiritual, la sacralización del sacerdocio y la poca valoración al trabajo manual, llevaron a las sociedades católicas a tomar una actitud casi maniquea. Identificando lo material y físico como malo, y lo espiritual como bueno. El misticismo español o italiano son buena muestra de ello.
Las sociedades protestantes empeñadas en desacralizar al estado, fomentar el sacerdocio de todos los creyentes, su afán por la alfabetización para poder leer las Sagradas escrituras, la democratización de las asambleas de creyentes y la valoración del trabajo como servicio a Dios, rompieron con esa sociedad estamental y estática.
Max Weber, en su famoso libro "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" señala la intensa relación entre el capitalismo y la ética protestante, sobre todo la calvinista. La nobleza protestante interviene antes en inversiones comerciales y busca el lucro, identificando prosperidad y bendición divina.
Las teorías de Weber no son aplicables a todos los protestantismos ni a todas las realidades sociales. Por ejemplo la sociedad escocesa, se convirtió rápidamente al calvinismo, pero su desarrollo capitalista fue muy pequeño, los protestantes húngaros o Checos tampoco se caracterizaron por su orientación capitalista. De hecho algunas denominaciones protestantes pueden tener doctrinas francamente anticapitalistas.
Tal vez las excepciones confirmen la regla, pero lo que si es claro es que el protestantismo suele mejorar el nivel de vida de sus fieles. La sobriedad de los convertidos, la armonía y estabilidad familiar, el apoyo de otros correligionarios, la valoración del esfuerzo y el trabajo, tienden a mejorar la situación de los nuevos convertidos en una generación.
La más evidente y significativa es el mayor número de evangélicos en Chile. En Argentina hay un 9% de evangélicos y en Chile un 27,9% . Mientras que en Chile el crecimiento ha sido continuado desde los años 50 del siglo XX, en Argentina el crecimiento se produjo en los años 80.
El crecimiento en ambos países se ha producido en las zonas urbanas y entre las clases más populares. Las iglesias pentecostales son las más numerosas.
En las noticias de los años 1999 al 2001 podemos observar un progresivo acercamiento de las iglesias evangélicas a la política y la problemática social . También se percibe más peso en los medios de comunicación y la opinión pública .
Tras las manifestaciones el gobierno creó una ley de culto y modificar aquellas partes de la Constitución incompatibles con la libertad religiosa, como que el presidente de la República Argentina tiene que pertenecer a la religión católica.
El caso chileno es muy parecido al argentino. Durante el 1999 abundaron las noticias relacionadas con la mayor participación de los evangélicos en la política , algunos acercamientos ecuménicos, pero una negativa por parte de la Iglesia Católica a la igualación de derechos entre católicos y protestantes. Eduardo Frei presentó una ley sobre la constitución jurídica de las entidades religiosas. La nueva ley completaba las leyes de libertad religiosa del año 1925 con la igualdad de todas las confesiones incluida la católica.
Por último transcribimos un artículo periodístico y adicionamos al título original signos de interrogación, ¿Practicar una religión mejora la situación económica – estudio?
Practicar una religión mejora la situación económica -estudio
Reuters. 26.10.2005
WASHINGTON (Reuters) - Asistir a oficios religiosos no sólo enriquece el alma, sino que también la billetera, según un estudio publicado el martes.
'Duplicar la frecuencia de asistencia (a ceremonias religiosas) lleva a un incremento del 9,1 por ciento en los ingresos del hogar, o a un alza del 5,5 por ciento en la escala de pobreza', escribió en un estudio Jonathan Gruber, analista del departamento de Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
'Aquellos con más fe estarían menos nerviosos por los problemas diarios que impiden el éxito en el mercado laboral y en el matrimonio, por lo tendrían más éxito', dijo Gruber en su análisis, difundido por la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas.
Vivir en una comunidad con grupos étnicos complementarios que comparten la misma religión aumenta la frecuencia de asistencia a un templo religioso, señaló Gruber en su estudio, en el que aborda el impacto que tiene sobre las personas practicar una religión.
La asistencia a una iglesia lleva a una correlación entre niveles más elevados de educación e ingresos, una mayor predisposición al matrimonio y menor número de divorcios, según el informe.
Gruber dijo que concentró su análisis en los blancos no hispanos de 25 años o más porque 'hay una prueba muy fuerte de segregación racial en la asistencia a la iglesia, por lo que la densidad de hispanos o no blancos en una religión en un área determinada no sería relevante para la participación religiosa de los blancos en esa área'.
Gruber dividió a su objeto de estudio en siete grupos: católicos, judíos, protestantes liberales, protestantes moderados, protestantes conservadores, otros y sin religión.*.

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